sábado, 7 de septiembre de 2013

Day 4: Hadrian's Wall, Glasgow y Loch Lomond

La noche anterior había sido un drama, no especialmente fría, pero bastante húmeda, así que en cuanto nos levantamos, nos fuimos directos al Hadrian's Wall, a buscar algo que desayunar y preparar el día de hoy que seguro seria mejor que el de ayer.

Así pues nos fuimos a Haltwhistle, un pueblecito muy cerca del camping que elegimos, y aparcamos el coche a eso de las 9 y algo, cuando unos geniales rayos de sol, nos avecinaban un día muchísimo mejor.

Bacon, sausage, egg and toast.

Encontramos, como se ve en la foto una curioso y pequeño salón de te, donde nos sirvieron un desayuno que nos supo a gloria, aun recuerdo lo a gusto que estábamos sentados en esas mesas tan antiguamente decoradas.

Visitamos la biblioteca y nos informamos de que parte del muro seria la mas idónea para visitar, ya que no pensábamos recorrernos todo el ancho del país para ver cada yacimiento romano que hubiese. Elegimos el fuerte de Vindoland, donde te explican como el emperador Adriano decidió construir un muro desde un extremo al otro de la isla para mantener a los beligerantes nativos lejos de la provincia romana de Britania.

Subidos a uno de los muros del fuerte, se aprecia el Hadrian's Wall.

Muy recomendable pasarse por allí, echar un vistazo a algún yacimiento y empaparse un poco de la historia de la antigua frontera romana, y de paso, disfrutar de los paisajes a algunos kilómetros de la actual Escocia.

Tras conducir un rato largo, y que B se volviese a quedar frita, nos acercamos a Glasgow, donde paramos para ver las calles principales (Buchanan St. y Argyle St.), comer un bocadillo de rigor en un Pret y descansar del viaje, que fue de un par de horitas largas, antes de introducirnos en los Trossachs y el Loch Lomond, donde estaba nuestro camping para esta noche.

Buchanan St, desde lo mas alto de la calle.

Antes de salir hacia el Loch Lomond, subimos a la zona de la catedral de Glasgow, dejamos el coche como pudimos y nos metimos a ver una de las catedrales mas antiguas del Reino Unido, llena de recobecos y a mi juicio de las mas impresionantes en cuestión de antigüedad.

Desde ella, se puede cruzar un pequeño puente que te lleva a la famosa Necrópolis de Glasgow, donde un monte se alza lleno de lapidas y criptas donde se pueden disfrutar de algunas no muy espectaculares vistas.

Vista de la necrópolis desde la catedral.

El camino desde la ciudad de Glasgow hasta el Loch Lomond nos llevo una horita mas o menos, tiempo que disfrutamos de algún que otro río increíblemente ancho, como el Clyde en su desembocadura.

Subimos por el lado Oeste del Loch Lomond, haciendo alguna parada en las escapatorias que te ofrece una carretera bastante rápida, las vistas del lago desde ese lado eran espectaculares y tuvimos la ocasión de verlo justo antes de que de nuevo, la lluvia hiciese acto de presencia otra vez...

Recién montada, nuestra tienda y nuestro Meriva.

La lluvia nos dio un respiro y pudimos comernos unos fingers de pollo empanado fritos, con nuestro camping gas, que compramos en el Tesco de Glasgow esa misma mañana. Sentados en el borde de la tienda, protegidos del aire y frío por las dos puertas del coche... genial.

Mañana nos espera un día duro, de subida hasta Inverness, pero con las paradas en el Lago Ness que estamos deseando...

Día 4

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