viernes, 6 de septiembre de 2013

Day 3: Manchester, Lake District y mucha agua

El día se presentaba duro, el cielo nublado nos adelantaba la tormenta y lluvias que íbamos a tener hoy, asi que recogimos los bártulos y nos pusimos a la carretera hacia Manchester, la otra gran ciudad de la zona, que se caracteriza por tener, aparentemente, los parkings mas caros de la zona...

Llegamos a eso de las 10 y buscamos como pudimos un Pret para tomar el café que nos faltaba del desayuno (a pesar de que el Hatters de Liverpool estaba genial, el café, como de costumbre era regular). Después de ello, nos hicimos la ciudad en un par de horas, desde nuestro parking en China Town hasta The Printworks.

Luego giramos a la catedral y bajamos por Deansgate hasta el parking de nuevo. La ciudad merece la pena, se parece un poco al centro de Londres, en cuanto a coches, gente y negocios y parece un lugar no muy malo para trabajar... el único problema probablemente es el tiempo.

The Printworks en Manchester

Las lluvias torrenciales nos volvieron a atacar una vez mas de camino a el Lake District, una zona bastante curiosa en el norte de Inglaterra, muy cerca de Escocia ya, que cruzamos con el coche debido a una recomendación de un compañero de trabajo.

La zona es impresionante, tiene unos cuantos lagos, como su nombre indica y algunos pueblos bastante agradables, como Ambleside, el que elegimos para parar y comer, descansar del viaje y planear que leches íbamos a hacer con tanta lluvia y el camping que teníamos esa noche.

Ambleside

Seguimos con el coche y a medida que nos acercábamos a Carlise la lluvia se intensificaba mas y mas, así que llamamos al camping e intentamos buscar una opción que fuese un poco mejor que acampar bajo litros y litros de agua, pero tras varios noes y algún que otro precio desorbitado, tiramos para el camping y montamos la tienda lo mas rápido que pudimos bajo los ríos de agua que caían del cielo.

El Lake District

Finalmente conseguimos montar todo y no hubo yo creo un momento de mas alivio en el viaje que el de meterse entre las mantas y el edredón dentro de nuestra tienda (la cual teníamos hasta una Air Bed) y ponernos a leer el libro a la luz de la lamparita que compramos en el Decathlon.

Aquí se puede ver que la tienda no era algo espectacularmente grande pero nos daba para los dos sin ningún problema, además de tener espacios a los lados para guardar cosas como el neceser o los libros, agua, etc.

La vista que vemos cada noche

Podemos decir que este fue uno de los días mas difíciles, llovió el día entero y no pudimos disfrutar de todo lo que teníamos que ver, pero aun así, lo superamos y llegamos listos para nuestro siguiente destino, cenamos dentro de la tienda bastante a gusto y nos dormimos bajo el incesante sonido de la lluvia contra el techo de la tienda.

Day 3

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