jueves, 12 de septiembre de 2013

Day 9: York

Subimos a Monument, en Newcastle una vez mas para tomar un desayuno en el Pret A Manger en frente del obelisco que reina la plaza peatonal. Un tipo majo no solo no nos hizo el 50% de descuento, si no que nos regalo el desayuno completo, dos croissants y un par de cafecitos.

Nada mas acabar cogimos el coche de nuevo y tiramos para nuestro ultimo lugar de las vacaciones: York.

Todas las calles de York son como esta

Uno de los momentos mas míticos de las vacaciones ocurrió al llegar al camping que teníamos reservado en la ciudad... un camping que cuando lo reservamos tenia una pinta rara y que cuando llegamos nos hizo salir escopetados del lugar dejando con la palabra en la boca a un pobre viejete que nos mostraba el teléfono con el que llamaba al encargado, pero claro, para entonces nosotros ya estábamos a kilómetros de allí, pies en polvorosa.

Tras la incidencia del camping asqueroso, dejamos el coche en el parking mas complicado de aparcar de todo York, y nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad sin tener ni idea de donde pasaríamos la noche, así que disfrutaremos de la ciudad y luego ya se vera.

Los reyes de Inglaterra, uno tras otro...

Pagamos los pounds de rigor para entrar en la magnifica catedral y paseamos por los recovecos de la misma, que además de un montón de detalles increíbles cuenta con un museo en el subterráneo que explica como casi de viene abajo la construcción y lo que había enterrado debajo.

Lo peor fue descubrir que la famosa vidriera de la ventana del Este estaba y estará en remodelaciones unos años mas, por lo que nos perdimos la genial fachada acristalada de la que todos los folletos hablaban...

Nos parecio gracioso, no creeis?

Comimos unas hamburguesas en el McDonalds y nos preparamos para marchar hacia un camping que acabábamos de encontrar a las afueras de York. Llegamos al lugar a eso de las 6 como siempre y tras dejar la tienda, montarla y toda la pesca tiramos hacia el Sainsbury's del pueblecito que teníamos al lado para comprar un poco de cena, desayuno del día después y también una barbacoa portátil para despedirnos del viaje como Dios manda.

Fachada desde el exterior, impresionante

Quemamos la hierba, cierto es y además las brochetas no eran para nada lo que esperábamos, pero estar en el suelo con la luz tenue y las brasas nos dio un momento de respiro después de un día de visitas y dramas de campings... era la ultima noche y salio todo perfecto.

Día 9

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