Durante estas últimas semanas en Londres nos queremos
despedir de todos nuestros restaurantes favoritos de la ciudad. Por eso en
cuanto tuvimos una oportunidad nos desplazamos hasta el otro lado de la ciudad
para comer en el Tayyabs de Whitechapel por última vez.
Nos pedimos los magníficos kebabs, chops y pollo tandoori que
vienen chisporroteando a la mesa. Disfrutamos los bocados uno a uno y nos
despedimos de todos los momentos felices que hemos pasado en compañía de
nuestros amigos y compañeros de piso en estas mesas.
Salimos de allí con tristeza y con miedo porque encima de nosotros había una nube negra y un viento huracanado que avecinaban tormenta, decidimos salir corriendo a ver si llegábamos hasta el metro antes de que empezase a llover.
Madre mia... |
Pero no habíamos ni andado 20 metros cuando una
tromba de agua cayó sobre nosotros. No teníamos donde refugiarnos había una
cabina enfrente de nosotros pero B no quiso meterse porque decía que
seguramente olería a pis, así que nos refugiamos en la mezquita que hay al lado
donde no podíamos entrar porque a B no le dejarían por esa puerta.
Así que empapados y muertos de frío esperamos un rato hasta
que vimos que paraba un poco, nos fuimos corriendo hacia el metro, pero otra
vez empezó a triluviar así que nos metimos en una boca de un garaje que vimos por
el camino, pero fue lo peor porque se hacían remolinos en el interior y nos
calamos enteros.
Ya al final salimos corriendo hacía el metro y los puestos
que hay enfrente estaban inundados, solo pensábamos en la ducha de agua
caliente que nos íbamos a dar cuando llegásemos a casa.
0 comments:
Publicar un comentario