Escogimos la compañía City Cruises, que además de no ser extremadamente cara (15 pounds ida y vuelta por persona), te explican una serie de anécdotas e historias sobre los edificios de las orillas del río que merecen mucho la pena.
Hicimos el recorrido desde Westminster (donde el embarcadero se asienta casi bajo el Big Ben) hasta Greenwich, parando en la Torre de Londres. El trayecto dura en torno a 40 minutos en total y merece la pena en días claros como el que tuvimos el sábado, siendo además una forma bastante rápida de llegar al famoso pueblo pesquero del meridiano sin coger el maldito metro.
A destacar en el trayecto los pasos por el puente de la torre y los espectaculares rascacielos en Canary Wharf, que desde otro sitio que no fuese el barco serian difíciles de apreciar.
El día lo completamos comiendo en la calle unos bocadillos que compramos en el mercado de Greenwich y una tarde de juegos de mesa en casa :)
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