El estadio es brutal, nuevo es poco, con una capacidad de unas 90.000 personas y con entradas en los mas alto de la grada, desde donde vimos a Brandon Flowers con un tamaño aproximado de 1 mm de altura. El comienzo del concierto no fue inesperado, entonando el 'We hope you enjoy your stay...' que se entremezclo con un 'When you were young' a mi juicio demasiado pronto.
Antes de empezar... |
Tocaron durante dos horas y poco, y se tocaron todos los temas que les han hecho famosos, desde 'Hot Fuss' hasta 'Runaways' dejando claro que la gente no quería dejar de oír ninguno de sus clásicos.
Momento clave fue 'Human' y 'Read my mind', como siempre, inesperadas fueron 'This river is wild' y 'Confessions of a King', sobrando sin duda 'Shadowplay', y un final con eso de... 'We got soul, but I'm not a soldier...' épico, que despidió el concierto a falta de los necesarios bises.
Diría que la parte mas emotiva fue cuando tocaron un tema sobre Wembley, especialmente creado por ellos para la ocasión, en la que ensalzaban el hecho de poder tocar aquí, enumerando todas las estrellas de la música que antes que ellos pisaron ese escenario... Alguna que otra referencia al hecho de que es el estadio de fútbol de la selección arranco alguna sonrisa a los pobres ingleses.
Imponente. |
Los bises llegaron en apenas 2 minutos tras el parón, dejando claro que 'Jenny was a friend of mine' y 'Flesh and Bone' eran los dos temas que quedaban en la recamara. Aunque obviamente, de ahí nadie se movía hasta que 'Mr. Brightside' no sonase, así que pacientemente, esperamos a escuchar la famosa melodía de guitarra que definitivamente cerraría el evento en un completo éxtasis.
No se dejaron ni una.
Acabamos la noche en el Nando's del 'maravilloso' barrio de Wembley y tras un 18 y un N98 me metí en la cama.
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